Tragaperras

Salgo del baño con el pestazo a amoniaco metido en la nariz. No entiendo por qué lo limpian media hora antes de cerrar si seguimos entrando a mear. Acierto a apagar la luz mientras repaso el móvil. De fondo escucho una voz inconfundible, reventada por el tabaco, que va escupiendo su guión detrás de la

Profesor en paro

La semana en que Morante cortó un rabo en Sevilla, yo abandonaba el Colegio Séneca por la puerta de atrás, casi desapercibido, sin orejas ni contrato de trabajo después de tres meses de prácticas. Esperaba que una marea de alumnos me sacara en hombros y me llevara hasta el coche, pero el cariño de aquellos

Un otoño Romano

Sirva de homenaje a Javier Reverte, que en paz descanse, y a Pilar por su empeño en ser la primera que me llevó a Roma. Una de las primeras realidades que te chocan al llegar a Roma es la cantidad de basura que hay por las calles. Pilar, que vivió allí durante un año, sentenció

La maldición de Italia

Mientras mis padres celebraban sus bodas de plata en el piso de la playa, algunos colegas y yo perdíamos nuestro primer litigio con la policía secreta y nos ganábamos, a pulso, el castigo ejemplar de quedarnos sin el viaje de fin de curso a Italia con el instituto. Mi historia con los viajes de fin

El Síndrome Valdano

El domingo que el Madrí perdía la liga contra el Sevilla, Jorge Valdano comentaba en El Transistor de Onda Cero lo que el VAR le perturba «porque difiere el grito de gol». La profundidad de la frase es valdanista. Lo que quiere decir es que ahora celebramos los goles con el susto en el cuerpo

Madrid

Madrid es una ciudad a la que no aspiro. No me interesa vivir en Madrid, y aunque parezca que lo tenga claro, es una conclusión a la que me ha costado llegar. Creo firmemente que las grandes ciudades tuvieron sus grandes épocas y que ya no tienen nada mejor que ofrecernos. Habría aspirado a la

Un Rolex

A Domingo le robaron el móvil preguntándole si tenía hora. Es un recuerdo que tengo grabado a fuego en la memoria: era un Samsung táctil del verano 2010 y veníamos de probar el FIFA World Cup 2010 Sudáfrica para la PlayStation 3 en mi casa (mi plan maestro es venderlo por algunos bitcoins en el

HUGOS, HUGH Y HUGHES

Gritan «¡HUGO!» por la calle, por el supermercado, por la tele y yo, claro, me giro. Como si gritaran Rafa en Córdoba o Arasseli en Lussena. Hace pocos años aún me sentía afortunado por el nombre que me había tocado porque disfrutaba de su exclusividad. Lo de llamarme Hugo me lo tomaba como ser socio

Sudar la camiseta

Hubo un tiempo que quise correr una maratón. Me daba envidia esa gente que cuelga la foto en sus redes sociales, después de darnos la chapa durante meses con la narración de sus tiempos y recorridos diarios. Yo también quería cruzar la meta para demostrarme a mí mismo que era capaz de conseguir lo que